"Lux In Arcana" y el Temple.
El 12 de octubre de 1307, por orden del Papa Clemente V y el rey de Francia Felipe IV "El Hermoso" ,el último Gran Maestre de la Orden del Temple, Jaques de Molay y su séquito fueron arrestados y encarcelados, lo mismo que todos los templarios franceses, y confiscados sus bienes bajo la acusación de sacrilegio contra la Santa Cruz, simonía, herejía e idolatría. El Gran Maestre declaró y reconoció, bajo tortura, los cargos que le habían sido impuestos.
El fino trabajo de la Inquisición, hizo que los acusados realizaran las declaraciones que deseaba, sin embargo, muchas de estas confesiones fueron revocadas por los acusados. Incluso el Gran Maestre ante la tortura llegó a decir: "¡No me siento capaz de soportar ni un momento más esta amarga prueba... Díganme de lo que van a acusarme, señores comisarios, que estoy dispuesto a confesarme autor de la muerte del mismo Jesucristo!"
A pesar de todo ello, y a sabiendas de los intereses políticos del rey de Francia contra la orden, Clemente V, decidió continuar con el proceso, mandando formar comisiones diocesanas en toda la Cristiandad para escuchar a los Templarios que desearan defender su Orden. Uno a uno los templarios no dudaron en negar cualquier acusación contra el Temple. Sin embargo, ya era tarde, la sentencia estaba escrita: la bula de supresión, Vox in excelso, condenaba a la Orden a desaparecer. Todos los caballeros del Temple fueron condenados a cadena perpetua, pero a los cuatro máximos dirigentes del Temple se les reservaba un final de leyenda.
Frente a la Catedral de Nôtre Dame les esperaba la hoguera, donde nuevamente volvieron a retractarse, en forma pública, de cuantas acusaciones se había visto obligados a admitir, proclamando la inocencia de la Orden. Mientras los delegados pontificios leían los crímenes y herejías, los máximos representantes de la Orden se adelantaron para dirigirse abiertamente al pueblo de París, exclamando: "¡Nos consideramos culpables, pero no de los delitos que se nos imputan, sino de nuestra cobardía al haber cometido la infamia de traicionar al Temple por salvar nuestras miserables vidas!" Por último, antes de ser consumido por las llamas, Jacques de Molay convocó al Rey y al Papa ante el tribunal de Dios antes de que transcurriera un año, con las palabras "Dios conoce que se nos ha traído al umbral de la muerte con gran injusticia. No tardará en venir una inmensa calamidad para aquellos que nos han condenado sin respetar la auténtica justicia. Dios se encargará de tomar represalias por nuestra muerte. Yo pereceré con esta seguridad".
La profecía del Gran Maestre ya fuera por Casualidad o no, al final se cumplió, ya que antes de un año fallecieron tanto Felipe IV como Clemente V. Los Templarios así, se convirtieron en leyenda y en una inagotable fuente de estudio para la Historia.
Historia que hoy está más presente que nunca gracias a la exposición "Lux in Arcana" . Muestra organizada en conmemoración del IV Centenario de la fundación del Archivo Secreto del Vaticano y que entre otros documentos de interés recoge los 60 metros lineales de pergamino que recogen el proceso contra la Orden del Temple. Aquí os dejo el video de esta magnifica exposición que recoge más de 100 documentos inéditos.
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